Si tuviéramos que elegir una
paleta de colores para representar a Bogotá en el imaginario de sus habitantes
diríamos que debería ser verde, azul y gris. En una encuesta reciente que
actualiza comparativamente una pregunta del proyecto de Imaginarios Urbanos de
Armando Silva, los bogotanos caracterizaron a su ciudad dándole prioridad a
esos tres colores así: verde 25%, azul 19%, gris 15%. En contraste, en la
encuesta de Armando Silva publicada en el 2003, la ciudad se coloreaba entre
gris y amarilla. El primer color tenía, según el estudio de Silva, un
significado climático (Bogota nublada) y
sentimental (Bogotá melancólica), mientras que el segundo color obedecía a una
construcción aportada por personas que migraban a la capital de zonas con
climas calientes. En esta nueva medición del color urbano, que tiene la ventaja
de comparar a Bogota con otras ciudades principales e indagar por las razones
de selección de los colores, el gris ya no es el color más destacado. Sin
embargo, Bogota es la única ciudad que incorpora ese color en su paleta.
El estudio sugiere que la ciudad
se percibe más verde en relación con la naturaleza. Esa asociación puede tener
su explicación en una transformación objetiva de la ciudad: según el
Observatorio Ambiental de Bogota (http://oab.ambientebogota.gov.co/index.shtml?s=i&v=4&p=21,
los indicadores de vegetación y
arborizado urbano han aumentado notablemente en los últimos años (2007-2011),
en materia de árboles por persona, árboles por hectárea y cobertura arbórea.
La asociación azul-Bogota es por
el contrario subjetiva, puesto que las razones declaradas muestran que ese
color se elije por ser el favorito, especialmente entre las mujeres. Así que a
la ciudad se le asigna un color que es una proyección de las preferencias
personales y no el resultado de algún estimulo cromático que ofrezca el paisaje
urbano.
Finalmente, la asociación con el
gris es más simbólica y arbitraria, porque los consultados que identifican a Bogotá con ese color, lo hacen para
connotar aspectos negativos, como la violencia, la suciedad y la contaminación.
Esta recreación cromática de la
ciudad posee una aplicación directa en la representación comunicativa bogotana
de cara a sus habitantes. Por ejemplo, la más reciente imagen de marca ciudad, “Bogotá es +” incorpora una gama variada
de colores rojo, amarillo, verde, azul y negro, aunque es necesario aclarar que
esta selección no está diseñada pensando exclusivamente en una audiencia local,
sino que también tiene en la mira al publico de visitantes extranjeros.
Gfk Colombia
David Zuleta Soriano
Analista Semiótico